domingo, 1 de julio de 2012

GOLPE DURO A LAS FARC


GOLPE DURO A LAS FARC

Gran imaginación y una buena dosis de inteligencia, infiltración, interceptación de comunicaciones y espionaje satelital y mucho coraje hicieron posible el operativo que terminó con el rescate de los secuestrados. Como si fuera el guión de la mejor película de acción, el Ejército planeó este audaz golpe y copió ideas ingeniosas del enemigo para hacer su rescate.

Las experiencias de rescate anteriores no habían sido felices y esta vez no podían fallar. Entonces, según contó una fuente de inteligencia, fue cuando se les ocurrió inspirarse en la operación más sofisticada que jamás había hecho la guerrilla. Fue la trampa que les tendieron las FARC a los diputados de la Asamblea del Valle. Les hicieron creer que eran la autoridad y los estaban salvando de una situación de riesgo en el palacio de la Asamblea en pleno centro de Cali. Todos los funcionarios se subieron al bus sin oponer la menor resistencia y salieron de la ciudad. En realidad eran los guerrilleros que estaban secuestrándolos.
Con esto en mente se inició la fase final de la Operación Jaque.
Como los secuestrados estaban separados en tres grupos aislados, a través de la infiltración de las comunicaciones del Secretariado, se logró convencer a alias "Cesar", de que era necesario reunirlos a todos en un solo sitio para así poder trasladarlos juntos al sur del país. Allí quedarían, supuestamente, a órdenes de Alfonso Cano, máximo comandante de las FARC tras la muerte de Manuel Marulanda.
De esta manera se coordinó con "Cesar" para que los secuestrados fueran llevados a un lugar sobre el río Apaporis, entre Guaviare y Vaupés, donde serían recogidos por un helicóptero contratado. En realidad, tanto el aparato como sus tripulantes eran agentes encubiertos de inteligencia del Ejército. La osadía de la operación llegó hasta el punto de convencer al propio "Cesar" de que era necesario que él y uno de sus lugartenientes viajaran también en el helicóptero para entregar a los plagiados a su jefe. Los secuestrados fueron subidos al helicóptero atados de pies y manos.
Una vez la aeronave tomó vuelo, los dos guerrilleros fueron neutralizados y los quince secuestrados fueron informados que acababan de ser liberados. "Somos del Ejército nacional" anunció uno de los tripulantes, según relató Ingrid Betancourt en sus primeras declaraciones a las emisoras del Ejército. Ya no volarían hacia otro campamento guerrillero, sino hacia una base militar del ejército colombiano en San José del Guaviare. Posteriormente un avión los llevó al aeropuerto militar de Catam en Bogotá.
El ejército optó por no disparar ni intentar capturar a los otros miembros del grupo de "Cesar", unos 15 hombres, que escoltaron la entrega hasta el helicóptero para evitar una situación de riesgo.  "Esta operación no tiene precedentes y ha pasado  a la historia por su audacia y efectividad.

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